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        Sobre Humedales y arte sustentable

                                           por Marcelo Mellado

 

Los sistemas de arte se nutren, comúnmente, de los sistemas vulnerables. Ahí se potencian y logran tener el alcance político necesario. Su legitimidad y fortaleza histórica suele sustentarse en la verificación de esta paradoja. Las producciones de arte, hoy, las de este instante, están asumiendo los grandes desafíos éticos que implica resistir a un orden perverso que, por su propia magnitud y dinámica criminalizante, siempre está amenazando a comunidades pequeñas. La suma de estas agresiones es la globalización, que no es otra cosa que la aplicación del salvajismo del capital del primer mundo a todos los otros.  Esa es su misión colonizadora. He sido testigo, a nivel más doméstico y local, de cómo algunas comunidades recurren a los artistas “del barrio” para que los ayuden a enfrentar estos temas. Si Codelco, por dar uno ejemplo cercano, quiere poner más estanques de ácido sulfúrico en una ciudad puerto, o ese mismo puerto, en su proyecto de expansión, destruye patrimonio territorial y arqueológico, y de paso, amenaza un humedal, surge como respuesta un video y una performance realizada por artistas y la comunidad denunciando el hecho.

El trabajo de Rosario Perriello se involucra en esa lógica frontal, pero a través de un simulacro galerístico que recupera la manualidad escolar, esa que nos enfrenta a los materiales degradados de la utilería menor o a la representación que parodia la gran escenografía, más aún, al trabajo de artes plásticas de un liceo municipalizado. Remedo pedagógico que tiene un rendimiento crítico. Pensar un orden sustentable desde esta poética de la precariedad es una de las ofertas que sustenta esta propuesta.

Aquí hay una producción de arte que mira, un objeto vigía que opera como registro fiscalizador, aunque su carencia de espectacularidad y su galerismo exiguo le da una apariencia triste y decaída. La fortaleza de lo pequeño genera una ficción que nos permite imaginar desde otro lugar el territorio y su continuidad, y participar en el intento de salvación de un modelo cívico que busca los recursos de la creatividad ciudadana. Lo habitual es la violencia, el crimen, el abuso, la resistencia armada, la agresión. Quizás la producción de objetos artísticos resume todas estas estrategias. Lo concreto es que está todo pasando y que los artistas están junto al movimiento social impidiendo que el lucro seque los humedales y todas las homologías que correspondan.

 

 

Galería Tajamar Santiago. 2012.

Óleo sobre tela. Objetos realizadas por medio de cartones, papeles, plásticos recolectados, reciclados y recortados.

Luces led.

 

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